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Economía, Cohesión Social y Medio Ambiente

Reunión del Comité de la IS sobre la Economía, Cohesión Social y el Medio Ambiente, Mexico

01-02 de octubre de 2001

PUENTES SOBRE LA BRECHA DIGITAL: EL PAPEL DE LA EDUCACION EN EL SIGLO XXI

Original: inglés

Un nuevo mapa del mundo

El fin de la guerra fría marca el término de las viejas divisiones ideológicas. Prácticamente todas las naciones proclaman su afiliación al mercado mundial. Sin embargo, va apareciendo una nueva división difícil de abordar, esta vez basada en la creación, posesión e imposición tecnológica. Una pequeña parte del globo, que representa aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial, aporta casi todas las innovaciones tecnológicas del mundo. Una segunda parte, que abarca tal vez a la mitad de la población, tiene la capacidad para adaptar estas tecnologías a la producción y al consumo. El resto, aproximadamente una tercera parte de los habitantes del planeta, se ha quedado al margen de la tecnología: no produce innovaciones en el ámbito nacional, ni adopta tecnologías extranjeras.

Si bien la existencia de considerables diferencias tecnológicas no es en sí una novedad en la historia de la humanidad, sí tiene en este caso consecuencias y efectos inéditos en un mundo que aunque segmentado desde un punto de vista tecnológico, se está integrando cada vez más económicamente. La producción no especializada, con una baja aplicación de tecnologías, se ve marginada frente a formas de producción industrial o agrícola de mejor rendimiento, basadas en tecnologías de punta de los "tecnopolos" del mundo. Esta brecha tecnológica se ha ensanchado con el desarrollo de nuevas tecnologías clave durante los últimos treinta años, y seguirá creciendo aceleradamente con la aparición de nuevas tecnologías como la ingeniería genética y el desarrollo de nuevos materiales.

En todo el continente africano, exceptuando a Sudáfrica, hay menos habitantes conectados al Internet que en Manhattan, por no decir nada de la ciudad de Nueva York en su conjunto. Pero no solamente los países del Tercer Mundo se quedan rezagados en la carrera digital. Las antiguas regiones industriales y semi-industriales, sobre todo en Europa Oriental, también se ven amenazadas por la "brecha digital". El usufructo que se haga de la tecnología marca una importante diferencia entre los usuarios: es el caso de la nueva economía y de quien simplemente utiliza el internet como pasatiempo.

Al mismo tiempo, la brecha digital transciende los antiguos límites Norte-Sur, Primer Mundo-Tercer Mundo. Si bien es cierto que casi el 98 por ciento de la mayoria de la población de Asia, el 98 por ciento de Latinoamérica y el 99,5 por ciento de Africa no está conectado a la World Wide Web, existen algunos casos donde el mercado de Internet está creciendo rápidamente aunque el porcentaje total de usuarios del Internet sigue siendo pequeño. En 1990, el 86 por ciento de los usuarios del Internet eran ciudadanos estadounidenses; hoy en día éstos sólo representan un tercio de todos los usuarios. En 2005 China tendrá más usuarios que los EE.UU. El Internet tiene más asiduos entre la juventud coreana que entre los jóvenes alemanes de la misma edad. Por último, el auge industrial del noreste y parte del sudeste asiático se debe en gran parte a la microelectrónica, una revolución tecnológica que ha hecho de países como Corea y Taiwán innovadores tecnológicos de primera línea y ha sido la fuerza motriz de la transformación industrial del litoral de China y ciertas regiones de la India, los países más poblados del planeta.

Una vez más, una revolución tecnológica está cambiando el panorama económico y social del mundo. Aparecen nuevas industrias y desaparecen las antiguas. Las nuevas tecnologías dan lugar a nuevas formas de producción industrial basadas en una nueva división mundial del trabajo. Los puestos tradicionales de trabajo manual en los centros industriales de Occidente desaparecen o "migran" hacia países donde la mano de obra es significativamente más barata y, en algunos casos, los derechos laborales mínimos no son respetados. Al mismo tiempo, las formas de producción basadas en el conocimiento reemplazan en los países de la OCDE a las formas de acumulación basadas en los recursos naturales. Esto tiene implicaciones considerables en la estructura social de los países industrializados y para aquellos que son capaces de integrarse con éxito en la nueva división internacional del trabajo.

El factor humano

La brecha digital no es un fenómeno que se dé en el plano internacional únicamente. También divide internamente a sociedades y naciones. Los "conectados" y los "no conectados" no sólo existen en el plano global, sino dentro de cualquier país en particular. Mientras las nuevas tecnologías se van arraigando, los políticos, responsables ante sus electores, y los partidos democráticos deben plantearse la cuestión de cómo enfrentar las nuevas exclusiones y divisiones creadas por estas transformaciones.

Otras de las dimensiones de la brecha digital son de carácter generacional y de género. La nueva tecnología es usada principalmente por jóvenes entre los 15 y 24 años de edad y muy poco por mayores de 55. Los hombres hacen mayor uso de la tecnología que las mujeres. Ambos casos representan riesgos de desigualdad social.

Lo que parece evidente es que el paso de un sistema de producción industrial basado en recursos a otro basado en el conocimiento y la creación de valor implica renovar la atención que se presta al "factor humano". La creatividad, el conocimiento y la inteligencia humana son las fuerzas productivas fundamentales del futuro. Esto implica que es necesario dar un gran impulso al aprendizaje, a la enseñanza y a la formación. Lamentablemente, las estadísticas no indican que en los países no altamente industrializados se esté avanzando a este respecto. Algunos países en desarrollo no tienen la capacidad económica de invertir el mismo porcentaje de su PIB en la educación pública, como lo hacen los países de la OECD. Lo mismo sucede con el gasto en investigación y desarrollo, que está en buena medida concentrado en los países innovadores, que realizan un esfuerzo sostenido por aumentar los porcentajes del PIB dedicados a la educación.

La insuficiencia de la inversión destinada al desarrollo de recursos humanos no es, sin embargo, el único problema. Persisten otros como el analfabetismo, la formación de docentes, los sistemas educativos caducos y en especial la educación básica, donde deben resaltarse la transformación metodológica y la necesaria continuidad entre los niveles educativos. El superar estos problemas es una obligación común a cada uno de los Estados, dependiendo de sus capacidades económicas y de la comunidad internacional, especialmente las instituciones financieras internacionales. Cabe subrayar la importancia de la educación como un proceso de inclusión social que, aunado a los esfuerzos de una política en cultura y democratización, brinda elementos de identidad y compromiso social.

El Comité continuará revisando el tema del libre movimiento de científicos y expertos a nivel global y de la fuga de cerebros, así como sus consecuencias sociales y económicas.

El papel del Estado

El Estado tiene que desempeñar un papel importante en cerrar la brecha digital y crear oportunidades que puedan aprovechar agentes particulares, sean individuos o empresas. Resulta interesante observar al respecto el comportamiento de la "nación digital" número uno en el mundo, los EE.UU.

En los EE.UU., el Estado no sólo ha dedicado una gran inversión a la creación de una infraestructura técnica para la "era del Internet", el programa "Data Highway" iniciado en 1993. También ha invertido mucho más que cualquier otro país en programas orientados a cerrar la "brecha digital" doméstica entre usuarios y no usuarios, entre "ganadores" y "perdedores". El Gobierno federal, ante la "brecha digital" interna, dedica aproximadamente US$ 5,5 billones a la creación de infraestructuras y acceso al Internet en las instituciones públicas. En 1998-99, se dedicaron US$ 6,5 billones a conectar establecimientos de enseñanza secundaria a la red.

El papel de la educación vuelve a tener relevancia al considerar a los docentes como investigadores activos que adecúan las prácticas de la informática al tipo de aprendizaje y la aprehensión de la tecnología. La educación es un proceso de inclusión social que se trastoca permanentemente por la no continuidad de los proyectos políticos que, entre otras cosas, carecen de visión de Estado.

En los EE.UU. el Estado ha reducido el costo del uso de la tecnología de información y comunicación a través de la competencia para la cual la desregulación y la privatización proporcionaron precondiciones adecuadas. En este respecto, los EE.UU. pueden servir como un ejemplo para otros Estados. La financiación pública es absolutamente necesaria, no sólo para la educación básica, sino también para facilitar el acceso a las tecnologías de información y comunicación. El ejemplo de los EE.UU. demuestra que el reducir la brecha digital, tanto nacional como internacionalmente, es imposible sin financiamiento público, sea a través de los presupuestos nacionales o de la asistencia internacional.

La desregulación y la privatización no serán suficientes si no existen las condiciones para asegurar una competencia efectiva. Esto implica libre acceso a los mercados desde el exterior, incluyendo la infraestructura de telecomunicaciones.

Cómo enfocar el futuro

Los gobiernos socialdemócratas, en especial, tienen que encontrar soluciones al problema de un mundo dividido por la tecnología, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En el ámbito nacional, sobre todo en los países de la OCDE, la solución parece relativamente clara: invertir en investigación y desarrollo, enseñanza y formación, en reorganizar y modernizar el sector educativo y mejorar los esfuerzos por capacitar a los grupos sociales tecnológicamente en desventaja, que aspiran a la social democracia. Uno de los aspectos más críticos es la falta de desarrollo y administración del talento creativo en la ciencia, el arte y la tecnología.

En el campo del desarrollo industrial en general hay, sin embargo, algunos indicios alentadores. Ciertos países han podido fomentar empresas nacionales capaces de competir en el ámbito internacional, no sólo en el campo de la producción sino también en el de la innovación, la investigación y el desarrollo. Pero estos "centros de excelencia tecnológica" son escasos fuera de los países industriales tradicionales. La mayoría se han creado gracias a una política industrial dinámica por parte del Estado. Tal es el caso de buena parte del avance industrial registrado en el mundo por fuera de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en una economía global abierta, lograr una política industrial dinámica a nivel nacional es cada vez más difícil. En estas circunstancias, sólo con mucha dificultad aparecen en el Tercer Mundo compañías privadas competitivas, agentes principales del avance tecnológico.

No obstante, todavía quedan varios caminos por explorar para ayudar a los países "no conectados" a cerrar la brecha tecnológica, a saber:

- La política nacional debe prestar más atención al aprendizaje, a la enseñanza y a la formación.

- La cooperación internacional tiene que replantearse, prestando más atención a la formación y al aprendizaje de alta calidad. Los "establecimientos élite", por ejemplo las universidades y centros de formación científica, tienen que ser valorados como instituciones fundamentales para el proceso de desarrollo.

- En el marco de la Organización Mundial del Comercio, el Acuerdo General en Servicios tiene un impacto considerable sobre la educación: los planes existentes para ampliar las funciones del citado acuerdo fortalecen la privatización de este sector. Consecuentemente, esto puede llevar a un incremento en el interés y por ende, en el financiamiento privado de la educación, por lo que quizás se debería ubicar a la educación en un plano de excepción.

- Es necesario mejorar las perspectivas de desarrollo de una capacidad tecnológica adecuada en los países del Tercer Mundo, lo cual tiene consecuencias sobre todo para el sistema de la OMC y para las futuras negociaciones comerciales en torno a los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (TRIPs). Esto, a su vez, puede dar lugar al derecho a participar de una forma parcial y selectiva en el sistema de la OMC cuando se considere necesario para el éxito del desarrollo industrial.

- La sociedad civil, incluyendo el sector privado y las ONGs, sindicatos y otras organizaciones sociales, están llamadas a apoyar el plan de las Naciones Unidas y programas complementarios de la misma.

- Desde los inicios del año 2000, las instituciones internacionales han empezado a prestar mayor atención a la brecha tecnológica. Por iniciativa del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, las Naciones Unidas han establecido una Fuerza de Tarea de la Tecnología de Información y Comunicación. La Cumbre de Okinawa del Grupo de los 8 aprobó la "Carta de Okinawa sobre la Tecnología de Información Global" y estableció una Fuerza de Tarea para Oportunidades Digitales con el propósito de analizar los riesgos de una brecha digital a nivel global e identificar maneras en que la revolución digital beneficie a toda la gente, sobre todo a los grupos más pobres y marginados del mundo. La Internacional Socialista debe seguir con gran atención estas actividades y examinar las posibilidades para acompañar y realizar su propia contribución al esfuerzo global a fin de reducir la Brecha Digital.


LISTA DE PARTICIPANTES


Presidente del Comité
Christoph Zöpel
(Alemania, SPD)




Secretario General de la IS
Luis Ayala



ALEMANIA
Partido Socialdemócrata, SPD

Wolfgang Weege
Katrin Werblow



BELGICA
Partido Socialista, PS

Daniel Bertrand



BRASIL
Partido Democrático Laborista, PDT

Arnaldo Mourthé



CHILE
Partido Socialista, PS

Luis Maira



COSTA RICA
Partido Liberación Nacional, PLN

Lorenzo Guadamuz



ITALIA
Demócratas de Izquierda, DS

Sergio Gentili



MEXICO
Partido de la Revolución Democrática, PRD

Amalia García
Juan José García Ochoa
Ifigenia Martínez
Hortensia Aragón
Javier Hidalgo
Cuauhtémoc Sandoval
Eduardo Aguilar
Margarita Noriega
Verónica Martínez



MEXICO
Partido Revolucionario Institucional, PRI

Rodolfo Echeverría Ruiz
Miguel González Avelar
Natividad González Parás
Ildefonso Guajardo Villarreal
Tomás Vázquez Vigil
José Gersti Valenzuela
Guadalupe Rivera Marín

Rosa Eleba Baduy Isaac
Norma Enriqueta Basilio S.
Miguel Angel Navarro Q.
Enrique Meléndez Pérez
Carlos de Córdova Bojorquez



NICARAGUA
Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN

Mario Valle



REPUBLICA DOMINICANA
Partido Revolucionario Dominicano, PRD

Frank Valdez



SUECIA
Partido Socialdemócrata Sueco, SAP

Anneli Hulthén



URUGUAY
Partido Nuevo Espacio, PNE

David Altman



VENEZUELA
Acción Democrática, AD

Alfredo Coronil



Unión Internacional de Juventudes Socialistas, IUSY
Wolfgang Schmidt



Fundación Friedrich Ebert, FES
Eberhard Friedrich



Secretariado de la IS
Latifa Perry

 



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